La evaluación de mi propio proceso de aprendizaje en esta primera etapa del máster es, en todos los sentidos, positiva. Teniendo en cuenta que partí sin ningún tipo de experiencia como docente y con conocimientos nulos sobre didáctica, el hecho de que todas las asignaturas que he cursado hasta ahora, con sus actividades, conferencias, etc., me han dotado de la competencia suficiente para verme capaz de desenvolverme como docente en el aula de ELE con cierta seguridad y soltura. Seguro que me quedan muchas cosas por aprender, y lo haré con éxito como he hecho hasta ahora. En general, creo que he construido y seguido un buen hábito de estudio y trabajo, lo que me ha permitido seguir un buen ritmo con un rendimiento alto durante toda esta primera etapa. Aunque también es cierto que al final, durante las dos últimas asignaturas y la creación de este portafolio, mi rendimiento ha bajado junto con mi buen ritmo de trabajo. En el plan de acción presentaré estrategias para que esto no vuelva a suceder en el futuro y sea capaz de dosificarme para llegar hasta el final con las máximas energías posibles.
Como aprendizajes significativos podría nombrar todos, pero quizá destacaré como los más significativos a los que, desde ahora, les encuentro una aplicación práctica que se puede aplicar al aula de ELE de manera más inmediata: el enfoque comunicativo, planificar una sesión, ser consciente de que el aula de ELE es un ambiente en el que se da la diversidad en muchos sentidos y conocer y ser capaces de llevar a cabo estrategias para tratar esta y que se convierta en algo positivo, aprender sobre los diferentes estilos cognitivos y tipos de inteligencias con el fin de enseñar siempre utilizando métodos y materiales variados…El aprender a concebir el error como algo irremediable y positivo, como guía del proceso de aprendizaje y como algo que se debe analizar y comprender, así como el saber llevar a nuestros alumnos esta nueva concepción de error, constituye junto lo que he nombrado anteriormente los aprendizajes más relevantes que he adquirido hasta ahora.
El cambio más importante en mi visión de la enseñanza se ha producido en la concepción de nuestra identidad profesional, sobre nuestros roles y funciones como profesores de ELE. Siempre he sido consciente de las múltiples funciones que debe ejercer un docente, pero desconocía muchos de los papeles que el profesor debe desempeñar, en concreto, el de analista y evaluador, además del nuevo rol del profesor como mediador o facilitador del aprendizaje.
En conclusión, he formado parte de una formación completa, adecuada y significativa, en la que la práctica es un paso más del proceso de aprendizaje, lo que ha producido que aprenda más rápido y lo aprendido permanezca en mi mochila de conocimientos y competencias a largo plazo. Mi entusiasmo, esfuerzo y constancia han permitido que el balance que obtengo al finalizar esta primera etapa sea muy positivo, las notas que he alcanzado en las asignaturas que he cursado hasta ahora son prueba de ello.
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