Muestra 1

Actividad final de la asignatura «Metodología de ELE: destrezas, actividades y técnicas»

1. Descripción de la muestra.

     Esta primera muestra es una actividad que realicé en un grupo, formado por mí y por dos integrantes más. La actividad fue planteada por la profesora Paula Novillo Navarro que impartió la asignatura “Metodología de ELE: destrezas, actividades y técnicas”, y consistía en planificar una sesión de dos horas para la que debíamos poner poner en práctica los conocimientos que habíamos adquirido a lo largo de la asignatura a partir de la lectura de los contenidos y la realización actividades anteriores. El trabajo que presento es la actividad final de la asignatura y es el resultado de un proceso que se dividía en dos fases.

1.1 Primera fase. Esta primera fase constaba de dos pasos o ejercicios.

1) Breve descripción del contexto de enseñanza y del grupo de alumnos para el que se planifica la sesión:

  • Contexto de enseñanza en el que se enmarca la sesión que se va a planificar (contexto de inmersión o no inmersión, a adultos, adolescentes, etc.).
  • Número de alumnos en el grupo de clase, nacionalidades, edades, motivaciones, etc.

2) Desarrollo del instrumento seleccionado para llevar a cabo la planificación (la tabla propuesta o el instrumento que hayáis seleccionado) y el material con el que trabajaremos.

  • Material. En este caso, el material es una unidad didáctica, nosotras escogimos la que propuso la docente: la unidad 4 del manual Aula 3. Aclaración sobre la unidad didáctica y cómo trabajarla: no debéis tener en cuenta todos los contenidos que se presentan en la unidad para completar la tabla; debéis seleccionar aquellos que creáis apropiados para una clase de unas 2 horas (ya sea empezando por el principio de la unidad o por otra parte de esta). Por lo general, las unidades didácticas están pensadas para más de una sesión de 2 horas. En concreto, el manual propuesto presenta unidades didácticas planteadas para trabajar en unas 4 horas.
  • Tabla de planificación: en nuestro caso, escogimos la tabla que nos proponía la profesora. En esta primera fase, no había que analizar todos los elementos de la unidad didáctica que aparecían en la tabla, solo teníamos que analizar los siguientes elementos o campos: las destrezas lingüísticas que se trabajan, las actividades que se proponen, los materiales (en este caso es la unidad didáctica del manual que escogimos), las dinámicas (individual, parejas, grupos…), y  el tipo de corrección que consideremos apropiado para cada ejercicio. Además, teníamos que escoger los ejercicios y por el orden que nos pareciera más adecuado para una sesión de dos horas,

1.2. Segunda fase. Con esta segunda fase terminábamos de elaborar la actividad en su totalidad y constaba de un solo ejercicio.

1) Completar todos los campos de la tabla. Los campos que había que rellenar en esta segunda y última fase y que no habíamos completado en la fase anterior eran los siguientes: objetivos, estructuras y componentes, vocabulario (si se trabajaba en dicho ejercicio, no siempre lo había) y tiempo.

2. Muestra

     Como la muestra en sí debe ocupar como máximo tres páginas, he seleccionado solo una parte de la actividad: la tabla de planificación que corresponde desde el comienzo de la sesión hasta el minuto 46; y el contexto para el que esta sesión está planificada, es decir, el grupo de estudiantes para el que impartimos clase, sus características y el contexto educativo en el que desarrollamos nuestra actividad docente.

2.1 Contexto

th_209258b6e85ec558aa8a33e2f2e233bd_imagen_intro   El contexto en el que impartimos la sesión de dos horas se trata de un contexto de inmersión, es decir, nuestros discentes viven en un país en el que la lengua oficial es el español;  en este caso, sería España. Impartimos un curso general del nivel B1.1 en la Escuela Oficial de Idiomas. Todos nuestros alumnos llevan algunos años residiendo en nuestro país y están cursando este nivel porque quieren continuar formándose; quieren cursar estudios superiores, ya sea estudios universitarios o de Formación Profesional. Aunque algunos cursaron los estudios secundarios en nuestro país y otros en su país de origen, todos poseen un nivel superior al A2. Sin embargo, observamos diferencias en cuanto al nivel lingüístico; algunos poseen en algunas habilidades un nivel B1.2. El grupo posee doce alumnos de diferentes nacionalidades y culturas, la mayoría es árabe aunque también hay europeos: rumanos y húngaros. Cuatro de ellos poseen un nivel superior al B1. Nuestros alumnos son adultos, poseen edades entre los 18 y los 35 años y, aunque todos viven en un ambiente de inmersión lingüística,  algunos están más en contacto con la lengua objeto de estudio y otros no; algunos viven con sus familias y, consecuentemente, hablan en casa su lengua materna. Sin embargo, otros viven con personas cuya lengua materna es el español por lo que su destreza lingüística más desarrollada, su punto fuerte, es la expresión y la interacción oral, así como la comprensión auditiva. Ellos son los que presentan un nivel superior al B1.1 en estas destrezas. Además, algunos ya están integrados en el mercado laboral, por lo que trabajan con hispanohablantes, mientras que otros no trabajan.

2.2 Tabla de planificación (primeros 46 minutos)

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3. Justificación y valor de la muestra.

     He seleccionado esta muestra principalmente porque refleja que después de haber cursado esta asignatura soy capaz de planificar una sesión, con todo lo que ello implica: escoger los ejercicios más adecuados y el orden de estos más conveniente, extraer los objetivos globales de una sesión y los particulares de cada actividad (¿qué pretendo con esta?), qué destrezas se trabajan en cada una de ellas, qué material debo preparar y utilizar porque es el más adecuado para tal ejercicio, la dinámica y la corrección que es más acorde dependiendo del tipo de ejercicio y el tiempo aproximado que me llevará la consecución y la corrección. Todo lo anterior teniendo siempre en cuenta que no todos los alumnos son iguales (cada uno dispone de diferentes estilos de aprendizaje, inteligencias, estilos cognitivos…), así como que tienen diferentes motivaciones, sus preferencias a la hora de aprender… Atendiendo en esta diversidad en la manera de aprender, escogimos ejercicios y dinámicas variadas. Las diferentes dinámicas (individual, parejas, grupo) también atiende a los diferentes niveles lingüísticos dentro de nuestro grupo; dividiendo la clase en grupos o parejas, dependiendo del tipo de actividad y de su objetivo permite que estas diferencias no sean un inconveniente sino una ventaja. Variamos los componentes de los grupos dependiendo de lo que estábamos llevando a cabo; a veces, es más provechoso formar grupos con individuos que posean el mismo nivel lingüístico y, otras veces, es mejor que individuos con poseen diferentes niveles lingüísticos se unan en un mismo grupo. Esta selección también depende de la destreza principal que se esté trabajando en ese ejercicio. Por ejemplo, cuando se trabaja la interacción oral se intentará, en la medida de lo posible, constituir un grupo con los cuatro alumnos que ya poseen un nivel B1 en esta destreza. De esta manera, no limitaremos su producción oral. Cuando no se trabaje esta destreza como destreza principal, se constituirán grupos heterogéneos en cuanto al nivel lingüístico. Esto creo que es lo más significativo que he aprendido de esta formación: planificar una sesión y tener en cuenta que esta depende de las características generales del grupo al que impartimos clase que vienen determinadas por las características individuales de cada uno de nuestros alumnos.

fotolia_55107369_subscription_monthly_xxl.jpg     La planificación es una de las actividades que debe realizar un docente y que determina en alto grado el éxito de su actividad. Es por esto por lo que considero que es de las actividades que he tenido que realizar que más me ha aportado. Por supuesto considerando la actividad como colofón final de la asignatura en las que adquirimos una serie de conocimientos previamente y durante todo el transcurso de esta para ser capaces al final de realizar con éxito esta actividad. Claro está que es un importante paso para mí, en el sentido de que no tengo experiencia docente, verme capaz de planificar una clase, de conocer y saber qué aspectos debo tener en cuenta. Además ha cambiado mi visión acerca de lo que significa el aula de ELE: es un terreno en el que abunda la diversidad y el profesor debe ajustarse a esta. “Cada aula es un mundo”, y debo adaptarme y planificar la docencia teniendo en cuenta este mundo. En este sentido, no está de más decir que había reflexionado sobre que no todas las personas aprenden de la misma manera, pero no había oído hablar ni había leído nunca sobre los diferentes estilos cognitivos, estilos de aprendizaje y tipos de inteligencias. Ya sabía que el profesor es un ser que debe desempeñar más de una profesión y que ser profesor no consiste solamente en enseñar, ahora sé que una de las profesiones que debe llevar a cabo el docente es la de analista; debe analizar previamente el contexto educativo, sus alumnos y los medios con los que cuenta para planificar y llevar a cabo su actividad principal, enseñar, con las máximas garantías posibles para que el proceso enseñanza-aprendizaje sea exitoso. Claro está que esta es solo una pieza del puzzle y que hay muchas actividades que el docente debe llevar a cabo para garantizar el éxito de este proceso, así como que muchos factores o actividades no dependen de él, sino más bien de sus alumnos. Pero es indudable que una correcta planificación en concordancia con contexto en el que ejercemos nuestra actividad es una pieza clave en este proceso.

     Esta actividad no muestra la realidad con la que se encuentra el docente a la hora de planificar. Normalmente, primero se nos adjudica un grupo de alumnos, y después tenemos que adaptar el contenido, la manera de impartirlo y seleccionar un manual y adaptar el material y la manera en la que impartimos la clase en función de este y teniendo en cuenta sus características y sus necesidades. En este caso, primero teníamos que escoger el manual, la unidad didáctica y luego creábamos el “contexto perfecto” en función de este: diseñábamos los alumnos ideales para nuestro manual, nuestra unidad didáctica y nuestro material. Totalmente al contrario de lo que verdaderamente un docente debe hacer. Esta es la única limitación que encuentro en esta actividad: los pasos que se debían seguir no reflejan el orden natural del proceso con el que se encuentra el profesor en su vida profesional real, ya que se nos daba un material y nosotros creábamos el contexto.

      En conclusión, para planificar una sesión debemos tener claro para quién la hacemos, a quién va orientada, qué propósito perseguimos con ella y qué objetivos queremos conseguir.

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