Comparación y reflexión

   En primer lugar, debo expresar que, en términos generales, he transmitido correctamente lo que quería expresar con mi imagen. Muchos de mis compañeros han percibido la idea de que el aprendizaje de una lengua extranjera es en cierta manera un proceso que no termina nunca. La mayoría han entendido también que el docente es el que proporciona al alumno las herramientas que necesita para aprender una lengua, así como que dichas herramientas no son suficientes para la adquisición de una lengua extranjera. El alumno es el protagonista y debe poner de su parte, es decir, poner en práctica y utilizar tales herramientas para lograr su objetivo. Esto lo logra estudiando la gramática y el vocabulario, practicando el lenguaje oral, etc. Muchos de mis compañeros han percibido mi pensamiento de que el aprendizaje de una lengua es un proceso con diferentes etapas: incertidumbre, frustración, dudas, superación, aprendizaje…,así como que la adquisición de esta abre la puerta a un nuevo mundo, a una nueva cultura. El aprendiz no sabe exactamente lo que le depara, pero se siente atraído por la luz que emana de la puerta, esta idea que quise plasmar con esta luz la ha percibido correctamente una de mis compañeras. Nadie infirió lo que simboliza la llave, muchos se acercaron comentando que es el conocimiento. En concreto, simboliza la lengua, el conocimiento de esa lengua.

   Por último, debo aludir a un comentario que me hizo mi tutora sobre el cómic. Ella considera que la adquisición de la lengua y su cultura van de la mano, es decir, que ya durante el proceso de aprendizaje de una lengua se va conociendo la cultura. Si lo aplicamos a mi cómic, significaría que no hay que esperar a la última viñeta para descubrir la cultura. En cuanto a esto, debo reconocer que durante el proceso de creación del cómic ya me planteé este asunto, la idea de que, en cierta manera, la adquisición de una lengua es un proceso paralelo al conocimiento de su cultura. Comparto totalmente este pensamiento y creo que se podría expresar en el cómic si apareciera la puerta  al fondo de cada viñeta y que el destello de luz  que emana de ella fuera cada vez más resplandeciente o brillante.