Autoevaluación
Como en la ocasión anterior, puedo asegurar que la evaluación de mi propio proceso de aprendizaje en esta segunda etapa del máster es positiva en todos los sentidos. Las asignaturas que he seguido cursando hasta ahora con sus materiales, actividades, videoconferencias, dinámicas de trabajo, etc., me han seguido dotando de la competencia suficiente para considerarme cada vez más capaz de desenvolverme como docente en el aula de ELE con cierta seguridad y soltura.
Como planteé en el plan de acción de la entrega anterior, me enfrentaba a un gran reto: compaginar el estudio con mis nuevas obligaciones en lo personal, puesto que iba a ser madre en noviembre. Pues bien, aunque el embarazo tuve graves complicaciones que me llevaron a estar ingresada más de un mes en el hospital y mi bebé nació antes de lo planeado, lo que no me permitió realizar las prácticas ni cursar una de las asignaturas, puedo decir orgullosa que estoy consiguiendo atender mis obligaciones como madre a la par que mis obligaciones como estudiante de este máster. Es cierto que eso significa un horario más intempestivo, que debo cumplir de manera más estricta, como también un esfuerzo y sacrificio mucho mayor. Sin embargo, esta nueva situación no ha influido para nada en mi rendimiento o dedicación.
Como aprendizaje o conocimientos que puedo destacar, debo nombrar, como en la ocasión anterior, los que encuentro una aplicación práctica que se puede aplicar al aula de ELE de manera más inmediata: las herramientas TIC como un medio indispensable y valioso con el que trabajar en el aula y una manera de estar en contacto con la comunidad ELE, con todo lo que eso significa: acceso a recursos y materiales, contacto con otros profesionales de esta rama, estar al corriente de los avances, etc. Y, además, la evaluación como una actividad compleja que el profesor debe aplicar correctamente y evaluar cada cierto tiempo. En este sentido, debo destacar también la autoevaluación como el proceso mediante el cual todos los agentes implicados en la enseñanza-aprendizaje de una lengua extranjera se hacen conscientes de su propio proceso de aprendizaje o enseñanza; de sus aciertos y errores, de lo aprendido y de lo que queda por conseguir, de lo que se puede mejorar, etc.
En conclusión, he continuado con una formación completa, adecuada y significativa, en la que la práctica es un paso más del proceso de aprendizaje y que ha producido que aprenda más rápido y lo aprendido permanezca en mi mochila de conocimientos y competencias a largo plazo. Mi entusiasmo, esfuerzo y constancia siguen permitiendo que el balance que obtengo al finalizar esta segunda etapa sea de nuevo muy positivo.
Plan de acción
En el plan de acción anterior, mencioné que tenía la impresión de que, a veces, no aprovechaba el tiempo al máximo y que no dosificaba mis energías. En cuanto a esto, debo decir que en este último mes, sobre todo, he conseguido concentrar mis energías, las pocas que me quedan, y emplear mi tiempo de manera más eficiente. Tengo la intención de seguir así, especialmente, porque después del período de vacaciones que está a punto de comenzar, viene una época estresante en la que tendremos que compaginar las asignaturas que nos quedan por cursar con el Trabajo final de máster. Para ello, me ayudará en gran medida la actividad que estamos llevando a cabo actualmente en la asignatura “Investigación en Didáctica de ELE”, en la que debemos elaborar un cronograma en el que se incluyan las fechas en las que preveo que podré llevar a cabo las diferentes fases del TFM.
Por último, un objetivo que me planteo a corto plazo es cursar el período de prácticas, junto con el de trabajar con compañeros con los que hasta ahora no he tenido la oportunidad o no me he dado la oportunidad de trabajar. Esto es un objetivo que me propongo a muy corto plazo, ya que no quedan muchas asignaturas y voy a empezar a cumplirlo desde el próximo trabajo en grupo que se nos plantee.
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